3/6/09



Cuando la comunicación impacta en los resultados

Ya hemos hablado de la importancia de diseñar las comunicaciones corporativas evitando la improvisación, vimos que el primer paso es tomar conciencia del verdadero alcance de este rompecabezas: es imprescindible que cada pieza por pequeña que fuere esté contemplada en el diseño para que opere con armonía en el sistema de comunicaciones previsto y haga de la coherencia el hilo conductor de los mensajes emitidos por cada aspecto comunicante de la organización.

De este modo obtenemos una identidad corporativa, sólida, con valores claros, con poder de anclaje en el público, de perdurar en el tiempo y de inspirar al público interno.

Ahora bien, para que cada pequeña parte del complejo sistema de comunicaciones de una empresa contribuya con la ansiada coherencia necesaria para generar un único mensaje corporativo, sólido, creíble e inspirador de confianza, es excluyente que cada miembro de la organización esté alineado con una visión común, y se sienta parte del tema y reconocido en dicha función.

Lo curioso “del juego” de las comunicaciones, es que el poder que habitualmente tienen los directivos, en este fenómeno se iguala al de cualquier otro interlocutor, todos son simples participantes: no pueden elegir que participe quien conviene y dejar afuera a quien no, todo miembro de la organización juega, ya sea por acción u omisión, hable o calle está comunicando y construyendo la identidad del contexto donde trabaja y la calidad del día a día laboral.

Existen casos en los que el mensaje boca-oreja de un empleado de última jerarquía puede anular o directamente sabotear el mensaje corporativo que un director de alto rango, tan cuidadosamente se encargó de definir y comunicar con el objetivo de convencer a un público externo y de conquistar al público interno, sus equipos de trabajo.

Una organización evoluciona positivamente con la visión clara de un líder, aquí se hace evidente la necesidad de líderes entrenados en habilidades de comunicación de excelencia. Un buen líder, se capacita y conoce las reglas del juego, sabe que todos los integrantes de la organización participan, y por lo tanto la mejor forma de que todos los participantes remen hacia el mismo lado es inspirar y hacer partícipes a cada miembro de la definición de la misión y valores identitarios de la Organización.

En la tarea de unificar el compromiso de construir una visión única de la organización, es necesaria la capacitación de todos los sectores de la organización en habilidades de comunicación, no sólo para poder hablar todos "un mismo idioma" y entenderse sino para que sus aportes enriquezcan un sano sistema de diálogos corporativos, donde los equipos se hacen más sinérgicos y productivos, las personas encuentran canales para mostrar y vivir sus talentos, la organización está capacitada para escuchar a los empleados y detectar focos de innovación, creatividad.

Después de todo, como dice Stephen Covey, la aptitud para la comunicación es la más importante para la vida.



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